Data StoryTelling, Información en Conocimiento
- Javier Cantarero Marín
- 19 jun 2017
- 2 Min. de lectura

Contar una historia con datos resulta fundamental para conseguir procesar de forma efectiva el análisis de datos, su ritmo de crecimiento y la varianza de los mismos. La idea es captar la atención de tal manera que pueda entender el público la ola de información que llega.
“El exceso de información es sólo ruido”
Tiene que haber un cambio de mentalidad en las empresas, de informar a contar una historia, deben entender que los datos solo se recordarán si se presentan de la forma adecuada. Para ello, los analistas tienen que reinventar la manera de comunicar sus puntos de vista, la narración proporcionará valor a sus datos, traduciéndose en conocimiento y proporcionando al negocio operaciones más eficientes, altos ingresos, soluciones de bajo costo y clientes más satisfechos. No olvidemos que el propósito de toda analítica de negocio es cambiar la forma en que alguien tome las decisiones.
“No se puede obligar a un cambio a menos que no comprendan su función”
Esta narración debe de procurar crear un vínculo emocional y asegurar lo más importante, su comprensión. Por ello, es necesario simplificar y enfocar los datos, de esta manera proporcionaremos claridad al púbico, resultando más eficaz la forma de comunicar cualquier tipo de estadística. David Aaker, gurú del Branding que analizó en profundidad la marca y todos sus aspectos afirma en este sentido que “Cuando los datos y las historias se utilizan de forma conjunta, conectan con la audiencia a nivel intelectual y emocional.”
“Encontrar el equilibrio entre el foco y el contexto”
Una visualización óptima de datos dispone de una serie de características:
Tiene sentido por sí sola, es decir, si se saca de contexto, el lector debe poder entender el significado del gráfico porque la visualización cuenta la historia.
También debe ser fácil de entender.
Debe incorporar algunas capas de datos para que los usuarios más curiosos tengan contenido para explorar.
En un artículo de la revista Harvard Business Review titulado "How to Tell a Storywith Data", Jim Stike leather, executive strategist de Dell, clasifica a los oyentes en cinco categorías:
El principiante: es nuevo en un tema, pero no quiere una simplificación excesiva.
El generalista: conoce el tema, pero le interesa una descripción general y los aspectos principales de la historia.
El gestor: desea conocer a fondo los entresijos y las interrelaciones de una historia, obtener información sobre la que pueda actuar y tener acceso a los detalles.
El experto: desea explorar y conocer más datos, y profundizar menos en la historia.
El ejecutivo: necesita conocer la importancia y las conclusiones de las probabilidades ponderadas.
Conocer al público al que se le va a mostrar los datos nos hará enfocar tanto la historia como la información de manera correcta,resultando más atractivo todo lo que se desea transmitir.
Como vemos, los números son tan importantes como la capacidad de persuadir, influir y motivar a una audiencia. No debemos olvidar que detrás de todo número hay una historia por contar y las historias, especialmente las que resultan significativas, permiten transmitir los datos de manera eficaz.
“Todo argumento explicativo tiene una base emocional. Toda emoción es anterior a la razón. No hay acción humana sin una emoción detrás.” – Marcela d’Ambrosio
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